¿Has pensado ya, qué vas a hacer durante tus vacaciones? Ahora que vas a disponer de tiempo, tiempo sin obligaciones laborales, o lo que comúnmente se suele llamar tiempo libre, ¿has pensado ya en qué lo vas a emplear?
Permíteme que comparta contigo esta interesante reflexión que hoy me ha venido a la mente sobre las vacaciones, el tiempo libre, la frustración y tus sueños.
¿Sabes cuál es la época del año en la que más rupturas sentimentales y bajas por depresión se producen?
Estoy seguro de que te va a sorprender enormemente la respuesta, y justo de esa sorpresa es de lo que te quiero hablar hoy.
La mayoría de personas que conocemos son de esas que se pasan el 80% de su tiempo “odiando los Lunes”, es decir, absolutamente desmotivadas y trabajando en una actividad que detestan, y sin mayor aspiración que cambiar 40 horas semanales de esfuerzo y tiempo a cambio de cubrir por lo pelos el importe de las facturas mensuales, y con la esperanza de disfrutar de 30 días de vacaciones anuales, o menos, y al final de sus vidas una mísera y cada vez más incierta pensión de jubilación.
Seguro que te resulta familiar esta situación que te acabo de describir, incluso es posible que te sientas identificado con la misma.
Si es así, presta atención a las siguientes palabras con la esperanza de no caer en la trampa inconsciente en la que caen la mayoría de estas personas cuando realmente disponen del tiempo libre que vienen anhelando durante la mayor parte del año.
Te responderé primeramente a la pregunta que anteriormente te he planteado.
Las vacaciones y el tiempo libre, los periodos vacacionales, sobre todo el estival, son los momentos en los que se disparan exageradamente los casos de divorcios, rupturas sentimentales, bajas por depresión e incluso suicidios.
Y te voy a explicar porqué; ¿Dónde radica la incongruencia de esta realidad?
Habrás oído en muchas ocasiones eso de que las personas anhelamos lo que no tenemos, y cuando realmente lo tenemos dejamos de desearlo tanto como antes porque al poseerlo ha perdido atracción e interés para nosotros.
El principal problema de la mayoría de estas personas que se pasan la mayor parte de su tiempo “odiando los Lunes” no es la falta de tiempo libre ni la ausencia de motivación por lo que hacen, sino en realidad, su principal problema es la falta de sinceridad y coherencia consigo mismo.
Y este problema se refleja en muchas personas tanto a nivel personal, como profesional e incluso sentimental.
El verdadero problema es que por diferentes motivos no han tenido las suficientes agallas como para auto-sincerarse y responder sin miedo a la pregunta:
¿Es ésta, la vida que llevo, la vida con la que siempre soñé?
¿Es éste, el trabajo que realizo, el trabajo que sin dudarlo realizaría aunque nunca jamás tuviera la necesidad de trabajar, aunque nunca más el dinero fuera un problema para mí?
Y también, ¿es ésta, la persona con la que comparto mi vida, la persona que realmente me completa y la persona por la cual daría incondicionalmente todo, incluso mi vida?
No tener sinceramente contestadas estas preguntas es el verdadero problema que afecta a las vacaciones y el tiempo libre, y te explicaré porqué.
Si te dejas llevar por la vorágine de una vida monótona y sobre-estructurada, una vida absolutamente convencional en la que prácticamente nos empujan a no pensar demasiado y a no cuestionarte cosas así, entonces, cuando realmente dispongas de tiempo, de tiempo libre, al cabo de los días es probable que aterrices en tu realidad, en tu incómoda y triste realidad.
Empezarás tus vacaciones, tus ansiadas y anheladas vacaciones, y el tiempo libre, y durante los primeros días estarás como en shock, sumergido en un profundo jet-lag provocado por el brusco cambio de horarios y costumbres.
Una vez superada esta primera fase, a partir del cuarto o quinto día, entrarás en la fase de contemplación realista de tu situación.
Dispones de tiempo, de todo el tiempo del mundo, pero tal vez no encuentres nada que realizar durante ese tiempo que verdaderamente te apasione, o incluso descubrirás que tampoco te apetece compartir todo ese tiempo con la persona que tienes al lado.
Irán pasando los días y entrarás entonces en la tercera fase de la crisis, la fase de la catarsis existencial en la que no te quedará más remedio que reconocer el problema y ser sincero contigo mismo.
Pero lo peor de todo es que ahora que has llegado hasta aquí, ahora que has asumido tus quiebras y carencias emocionales y existenciales, ahora que estás a punto de tomar acción y empezar a resolver efectivamente esta situación problemática, justamente ahora, la trampa social de las vacaciones llega a su fin, y la vuelta al trabajo, a la triste realidad, aparece en muchas ocasiones como el salvavidas necesario para evitar lo que hubiera sido una “crónica de una muerte anunciada”.
Pero muchas personas habrán avanzado tanto en su auto-reconocimiento existencial que no se incorporarán al trabajo amparándose en una baja laboral por depresión, o incluso se armarán de valor y tomarán la decisión de ser sinceros con la persona supuestamente amada, separándose de ella, en busca de un verdadero amor.
Y todo por dejarte llevar, todo por ser engullido por la apisonadora de una sociedad alienante que prácticamente te impide ser tú mismo, ser sincero contigo mismo y afrontar la terrible pregunta de si esta vida que llevas es la vida que escogerías si volvieras a nacer.
Ojalá este escrito no vaya dirigido a ti, ojalá estas palabras no se hayan inspirando en ti, ojalá esta no sea tu realidad, pero si por una de aquellas lo fuera, ojalá haya servido simplemente para hacerte pensar.
Y sobre todo no olvides nunca que es sólo mi opinión y un simple punto de vista más.